Peñarol volvió a perder y sigue la racha adversa. Este miércoles su verdugo fue Argentino de Junín en el Polideportivo Islas Malvinas.
Por Marcelo Solari
Peñarol no pudo detener su caída libre y sufrió su séptima derrota consecutiva. En el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”, Argentino de Junín lo derrotó por 71 a 70, en una nueva jornada válida por la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquetbol (Fase Regional).
La ausencia de Leonardo Gutiérrez (por culpa de una persistente molestia en uno de sus isquiotibiales) ya planteaba una dificultad extra. Sin embargo, el arranque de Peñarol fue prometedor.
De a poco fue inclinando la balanza, casi como un trabajo de erosión, y ese constante dominio incipiente fue haciéndose cada vez mayor, hasta que el 14-5 a los 5 minutos encendió las alarmas en las filas visitantes.
Tras el “minuto” pedido por el entrenador Eduado Jápez, Argentino regresó con cambio de bases (Gastón García por Facundo Zárate) y Mateo Bolívar por Novar Gadson, quien había sido dominado por Alejandro Diez.
Con un equipo más versátil y veloz en cancha, el “Turco” pudo tomar impulso. Logró correr y acortar a 14-9, pero Peñarol aguantó la embestida (18-9) para mantener un margen de seguridad.
Y si bien en ataque no las tuvo todas consigo (por debajo del 45% en tiros de cancha), un triple de Sebastián Suárez para romper la zona le reportó la máxima ventaja al local (21-9).
Tal como había sucedido el lunes frente a Quilmes, a Bolívar le tocó un rol muy importante en la construcción ofensiva de su equipo. Y al influjo del escolta, Argentino creció. Respaldado también por una defensa más firme,
que mantuvo a raya a los perimetrales “milrayitas”. Así, los juninenses empezaron a meter presión en el resultado (25-21), aunque la combinación entre la energía de Diez y el oportunismo de Suárez volvieron a poner distancias (29-21).
De todas formas, si hay algo que caracteriza a Argentino, es su espíritu inclaudicable. Y nadie evade responsabilidades. Con aportes puntuales de cadas uno de los elementos que tuvo su chance (el mencionado García, Emiliano Basabe o Joaquín Gamazo), el equipo del barrio de Las Morochas continuó amenazando (29-26), a 2 minutos del descanso largo. Y pegó el zarpazo con un triple del promisorio García sobre el sonido de la bocina para llegar a los vestuarios igualados en 33. Los relevos de Argentino anotaron 23 puntos en la primera mitad.
Arrancó torcido el tercer cuarto para el local, que se encontró sin anotar casi por 2m30s y abajo en las cifras 33-38. Hasta que calentó motores y entró en acción Rob Reed para equilibrar. El estadounidense anotó 9 puntos en el cuarto, aunque Argentino, de la mano del triángulo Bolívar-Basabe-Gamazo pareció disponer de mayores recursos.
La rendidora presencia de Gamazo confinó en el banco varios minutos a los dos extranjeros, usualmente muy participativos y ayer apagados durante lapsos prolongados.
Gran mérito de Argentino, entonces, que basa su juego en sus foráneos y anoche cambió por completo su plan.
Aún sin establecer una postura de dominio marcado, el Turco llevó la delantera en el cuarto final sin poder escaparse en las cifras.
Lo mejor del espectáculo llegó al final. Ale Diez igualó en 66 con un triple cuando todavía quedaban 2m45s. Pero la visita contestó con otro triple de Gadson desde la esquina derecha después de una caminada no cobrada que protestó todo el estadio. El coraje de Ale Diez tuvo como premio un doble pero no el libre adicional, y el propio Gadson, con un doble forzado, alejó al visitante 68-71 a 46 segundos del epílogo. Quien había sido villano hasta allí (no había convertido), terminó vistiéndose de héroe para los juninenses. Porque Reed tuvo dos tiros para ganar y no los pudo convertir.
Argentino volvió a la victoria y frenó así una serie de tres caídas consecutivas, en tanto Peñarol se retiró con muchas más dudas que certezas.